mirada al puerto desde la mezquita
puerto de argel
Entre los imprevistos que nos llevaron a Argel, cabe entre taxistas con sonidos a julio iglesias y escoltas policiales, unas horas de calma perdidos entre las murallas de Argel, azules, blancos entre el pequeño, muy pequeño oasis entre la metropolis.
Hasta de un pequeño desastre surge una sonrisa, y un mereció la pena...