Puente de San Carlos
Una magnífica escapada.Ocasión de recorrer posiblemente la ciudad más bella al este de Europa.Resulto ciertamente fácil el trascurrir por las calles, cafeterías y lugares de esta ciudad.
Desde la corona checa, venida a menos ante el poder eurista, la cerveza débil pero cuantiosa, los monumentos, plazas( namestis), y portentosas marionetas que se apoderan de la ciudad y de la atención de los viajeros.
A destacar, la compañia, la sinagoga española del barrio judio,Don Giovanni, la opera de Praga ( Rigoletto), y nuestro amigo el euro, bienavenido a estas orillas del moldava y tan maldecido a orillas del Ebro.